DE LA NOCHE A LA MAÑANA PIERDE EL OVEJO SU LANA
El pastoreo desde la antigüedad se ha realizado en Arcos de la Sierra, una localidad donde el agua , los pastos y la disposición del terreno son los adecuados para los rebaños de ovejas.
El trabajo diario del pastor es y era muy duro, donde las inclemencias del tiempo marcaban el desarrollo de la actividad. Su horario de trabajo dependía sobre todo de la época del año. Solían estar en el campo con sus rebaños de sol a sol ayudados por sus perros.
Cuando comenzaban los primeros calores, allá por el mes de abril o mayo, se realizaba una actividad ganadera muy típica: el esquileo de ovejas. Llegadas estas fechas , el calor del verano hace necesario liberar a las ovejas y corderos de la lana que les ha protegido del frío durante todo el invierno. El esquileo antiguamente se realizaba a tijera. Después esta lana se vendía a los laneros para las fábricas textiles.
Los primeros pastores serranos pronto practicarían el traslado estacional del ganado, la transhumancia, en busca de pastos abundantes y frescos. Cada otoño el ganado salía en busca de tierras más cálidas y volvían a la sierra conquense hacia la primavera donde entonces los pastos eran más fescos y abundantes.
La vida del pastor era una vida de sacrificios y cuando la transhumancia estaba en su apogeo, era una vida de soledad y de estar lejos de la familia una parte del año; pero a la vez una vida de amor a la naturaleza y al oficio bien cumplido para que el rendimiento fuese el esperado.
